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martes, 8 de diciembre de 2009

Frívolas cenicientas

Cenicienta perdió su zapato y con él su frivolidad. Se dio cuenta de que vivía en un mundo demasiado interesado por la materialidad de las cosas y que además concedía mucha importancia al aspecto físico.
Dejó de interesarse por absurdos bailes y por príncipes encantadores, abandonó a su madrastra, se unió a un sindicato y la demandó por tenerla en condiciones de esclavitud que violaban los derechos humanos.
Definitivamente es mejor dejar las cosas tal y como estaban.

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